Las personas o empresas que disponen de una piscina, se encuentran con el mismo problema cada invierno: qué hacer con la piscina, su tratamiento invernal y su cubrir la misma.
Muchas veces se enfrentan a estas situaciones desde el desconocimiento, ya que no conocen todas las opciones que hoy por hoy el mercado ofrece. Por lo que se ven obligados a tomar, en muchas ocasiones, soluciones de bajo valor añadido como lonas: que no garantizan la seguridad, suponen un menoscabo estético y además tienen una escasa vida útil por lo que se deben de renovar cada poco tiempo.
Sin embargo, cada vez son más las personas que se preocupan por contar con una cubierta para su piscina que esté integrada con el entorno, segura y que sea transitable, lo cual se traduce en no pocos beneficios.
¿Quieres saber cuáles? Te lo contamos
La seguridad de la piscina mejora con una cubierta transitable
Lo más importante, y el principal motivo por el que se debe cubrir o perimetrar una piscina, es por la necesidad de proteger a las personas. Nada hay mas importante que evitar accidentes que en muchos casos pueden tener resultados funestos.
Desde el punto de vista de evitar accidentes, las cubiertas de lona o con elementos que no son rígidos, no ofrecen una protección suficiente ya que pueden romperse si una persona cae en la superficie de la piscina.
Tampoco son una solución perfecta las cubiertas que no se integran con el espacio, dejando por lo tanto peldaños o paramentos resaltaros en el suelo, ya que pueden suponer también una posibilidad de tropiezos. Si bien en este caso, si suponemos que existe una cubierta firme y rígida sobre la piscina, ya hemos reducido bastante la posibilidad de que el accidente tenga consecuencias funestas.
Por ello la solución 100% segura es la instalación de una cubierta:
- Esté integrada con propio suelo donde se encuentre la piscina
- La cubierta sea rígida y estable para que en el caso de se produzca una caída o bien pase una persona, no se produzca un accidente que tenga consecuencias imprevisibles.
- Los materiales de la cubierta deben de ser antideslizantes, para evitar que se produzcan precisamente los accidentes por un resbalón, ya que la superficie de la piscina puede tener algo de mayor humedad relativa.
Los motivos estéticos para contar con una cubierta integrada y transitable
Las cubiertas de las piscinas van a ocupar gran parte de nuestro jardín, nuestras instalaciones, durante buena parte del año. Por ello no resulta coherente con una inversión de la magnitud de una piscina, acabar cubriendo la misma con una cubierta antiestética que acabe produciendo que durante la mayor parte del año el jardín se vea de una forma no deseable.
Esto es lo que sucede, por ejemplo, con las cubiertas que son de tipo invernadero pues provocan que exista una separación física entre la piscina y el jardín; inclusive que toda la propiedad descienda de valor por su falta de acomodación estética.
La degradación estética que provocan estas cubiertas, no sólo afecta al valor del a casa, sino que también va a reducir nuestro confort en el espacio y la capacidad que va a tener para proporcionarnos un entorno relajante y de descanso.
La cubierta debe de quedar de una forma totalmente plana
Anteriormente hemos visto como las cubiertas tienen que quedar totalmente integradas con el suelo, por seguridad. Este motivo es el más importante sin lugar a dudas. Pero también ten en cuenta que existe otro motivo por el que las cubiertas deben de quedar integradas y es la limpieza de las superficies.
Si la cubierta queda totalmente integrada se eliminan los resquicios en los que puede acumularse la suciedad o bien proliferar algunos tipos de bacterias y hongos, por lo que también hemos comprobado que se reduce inclusive el número de complicaciones en el agua de las piscinas.
Este aspecto, que puede parecer insignificante, es un ahorro de tiempo considerable en el tiempo de limpieza de las piscinas y especialmente en los periodos de apertura de las mimas, tras el invierno.
Los meses de uso de las piscinas: cómo alargarlos
En nuestras latitudes las piscinas, si no cuentan con una correcta protección térmica, pueden ser usadas durante muy pocos meses: julio y agosto principalmente. En cambio en el caso de que la piscina cuente con una protección térmica correcta, dentro de lo cual es el factor principal la cubierta, podemos estar hablando de 7 meses de uso de la piscina: desde abril a octubre.
El aumento de los meses de uso es considerable, aprovechando mucho más la inversión realizada en la construcción de la piscina, como puedes observar. Pero no sólo va a mejorar los meses de utilización de la piscina sino que también se va a mejorar el confort en la utilización de la misma, ya que el agua no va tener temperaturas desagradablemente frías, durante los últimos días del periodo estival.
Los enemigos de tu piscina durante el periodo invernal: la suciedad y las precipitaciones. Cómo reducir los trabajos de tratamiento físico-químico.
Durante el invierno, las necesidades de filtrado de nuestra agua y limpieza (tratamiento físico) se aumenta junto con el tratamiento químico específico.
Con las cubiertas vamos a reducir la caída de suciedad a la piscina y con ello la vamos a tener disponible, pero este tema lo tratamos en nuestro anterior post, que puedes consultar aquí.